martes, 24 de enero de 2012

Explosiones Solares (Se Cumple La Profecía Mayas)


Un pequeño grupo de manchas negras en la superficie del Astro Rey tiene preocupados a los astrónomos. Y es que cada cierto tiempo el Sol se ve afectado por lenguas de fuego solares que, al arrojar una gran cantidad de radiación al espacio, acarrean severos efectos en nuestro planeta.

Dichas manchas, que se deben a un aumento de actividad magnética en El Gigante de Fuego, inquietan fuertemente a los científicos de la NASA, los cuales han advertido sobre la posibilidad de que en el año 2013 el Sol escupa sobre la Tierra 10.000 millones de toneladas de plasma a una velocidad mayor a 2000 kilómetros por segundo. De ser así, en tres días y medio la tormenta de gas ionizado —también conocida como “gran eyección de masa coronal” (CME) — llegaría a la Tierra y causaría una tormenta geomagnética que alteraría los campos electromagnéticos y crearía numerosos problemas…








¿Cómo se forman?




Las manchas solares tienen una temperatura menor a los 6.000 grados centígrados del resto de la superficie solar y surgen a partir de las tensiones del campo magnético en el interior de la estrella. Dicho interior tiene un núcleo cuya temperatura alcanza los 14,5 millones de grados centígrados. La llamada “zona de convección” (ubicada en la parte más exterior y similar a nuestra corteza terrestre) rota a una velocidad diferente que el resto del interior solar, la diferencia entre ambas velocidades genera el llamado “efecto dínamo”, fenómeno que es el responsable de las tensiones en el campo magnético. 


Pero las cosas no acaban allí. Existe un ciclo en cuyo inicio las turbulencias magnéticas van aumentando y las manchas solares van multiplicándose, produciendo llamaradas solares de magnitud variable. Así, las fulguraciones y eyecciones de masa coronal van aumentando hasta que el Sol llega a un máximo de actividad y por ende de máximo peligro; después de eso el fenómeno se da en orden inverso hasta llegar a un mínimo de actividad y peligro y entonces el ciclo se repite.






Mancha negra que anticipa una explosión.




¿Ocurrieron en el pasado?




Hace no mucho tiempo (1989) Quebec, Cánada, fue golpeado por una serie de efectos entre los cuales estaban: perdida de electricidad para seis millones de personas a causa de la fundición de un generador ocasionada por una abrupta elevación de la corriente; confusión de un satélite militar que comenzó a dar y dar vueltas; perdida de altura (hasta 800 metros) por parte de muchos satélites y desvío en varios grados de las brújulas. ¿Y todo a raíz de qué? Pues a raíz de un grupo de manchas solares (detectadas en marzo) que empezaron a mostrar agitación al punto de que, entre numerosos destellos, se llegaran a detectar 36 CME. 


Remontándonos más en el tiempo, en 1859 el astrónomo Richard Carrington , en un artículo para la Royal Astronomical Society, contó que estaba estudiando un grupo de manchas solares cuando de pronto vio que arriba de las manchas aparecían una suerte de “lágrimas blancas” que, no bien hubo pasado un minuto, cambiaron de forma y luego desaparecieron. Se sabe que al día siguiente las aureolas boreales (que sólo aparecen cerca de los polos) aparecieron por muchísimas partes del planeta, que las líneas del telégrafo se atrofiaron y enviaron mensajes habiendo sido desconectadas y que algunos operarios recibieron descargas eléctricas.




¿Qué pasaría si volviera a pasar?




Los satélites: 
A menos que estén preparados, algunos satélites simplemente se quemarían y otros empezarían a funcionar mal a causa de corrientes eléctricas generadas por inducción en sus circuitos.


Los aviones:
Las fulguraciones y eyecciones de la masa coronal del sol afectarían a vuelos de gran altitud, pudiendo dañar la salud de los pasajeros y de la tripulación e incluso pudiendo menoscabar el funcionamiento de la aeronave al punto de ocasionar un accidente
. 






Lengua de fuego saliendo del Sol, dichas explosiones liberan radiación y plasma a velocidades de 2.000 Km al segundo.



La capa de ozono: 
La capa de ozono se vería mermada, sobre todo a nivel de las regiones polares.


Los astronautas:
Durante la tormenta solar, los astronautas que se encuentren fuera de la atmósfera protectora de la Tierra al inicio no notarían nada pero tras unos días padecerían de vómitos y fatiga y podrían desarrollar algún tipo de cáncer.


Incendios eléctricos:
Podrían darse incendios de tipo eléctrico. Lo peor ocurriría si llegasen a darse varios de forma simultánea, ya que aquello supondría enormes riesgos para una evacuación ordenada.


Accidentes industriales:
Podría darse un fallo del suministro eléctrico industrial a nivel general, siendo que de ocurrir aquello podrían sobrevenir accidentes industriales.


Hogares sin electricidad:
Podría fallar no solo la luz eléctrica sino la alimentación de enchufes, los diversos aparatos eléctricos de cocina, el modem de internet, teléfonos móviles, radio, televisión, aires acondicionados…


Fallos en ciertos sistemas de elevación:
Ascensores, montacargas y otros sistemas de elevación eléctricos podrían fallar y aquello representaría un incremento en la tasa de accidentalidad y de personas atrapadas








Según previsiones de la NASA en el 2013 se producirá una gran explosión.



Incomunicación: 
Podría caer el servicio de redes de telefonía móvil y luego el de telefonía normal y radio, volviendo así difícil la gestión de informar a la ciudadanía.


Falta de agua potable:
En las plantas de agua potable con dos pisos o más, podría fallar el suministro por encima de la segunda planta de edificios, lo cual se debería a un fallo en el bombeo. Por ello, sólo en las plantas bajas continuaría el suministro pero únicamente el suministro preexistente.


Ausencia de combustible:
Las bombas eléctricas podrían fallar y eso acarrearía una imposibilidad de suministrar combustible en los depósitos y estaciones de servicio.


Crisis bancaria:
Los cajeros automáticos podrían empezar a fallar, la retirada de dinero se imposibilitaría y hasta podrían desaparecer bases electrónicas de datos bancarios, financieros o tributarios que no estén protegidas contra impulsos electromagnéticos.






¿Predijeron los mayas una erupción solar?



Asombra ver lo cerca que las profecías mayas están de los pronósticos científicos: así, mientras ciertos científicos hablan de la posibilidad de que en el 2013 se den fuertes tormentas solares, losmayas fijan el fin de su calendario el sábado 23 de diciembre de 2012, atribuyendo como causa física desencadenante de eso el hecho de que el sol recibirá un rayo proveniente del centro de la galaxia y, consecuentemente, producirá una “llamarada radiante” que se expandirá por el sistema solar y chocará contra la tierra. Dicho evento precedería el inicio de un nuevo ciclo cósmico, habiendo iniciado el ciclo cósmico anterior (llamado del “Quinto Sol”) hace ya 5.125 años.





Según los Mayas a finales del 2012 se cerrará un ciclo con una gran explosión solar comenzando una nueva era.



¿Debemos entonces temer por un posible fin de la Humanidad en caso de cumplirse las profecíasmayas? Afortunadamente no, ya que según los mayas el nuevo ciclo cósmico que vendrá tras el 23 de diciembre del 2012 será el ciclo del “Sexto Sol”, un ciclo que conllevará el inicio de una nueva era para la Humanidad. Y no cualquier era sino una especie de “era dorada” pues, en palabras de los mayas, la era del “Sexto Sol” traería “el final del tiempo del miedo” y el surgimiento de una Humanidad cósmicamente renovada, de una Humanidad en la cual se dará una civilización superior a la nuestra. Aunque claro, las cosas tampoco son color de rosa ya que para los mayas cada nuevo ciclo conlleva el fin de una “raza”…Pero entonces: ¿cómo sobrevivirá la Humanidad y habrá una nueva era si será el fin de una “raza”? 

La respuesta es la siguiente: habría que interpretar “raza” principalmente en términos de “civilización”, a partir de lo cual se plantearía que lo que en verdad acontecerá será el fin de la civilización tal cual la conocemos; mas, naturalmente, aquello de “fin” nos hace pensar que los grandes cambios de fin de ciclo conllevarán grandes desastres en los cuales una buena parte de la Humanidad desaparecerá, siendo aquello algo necesario para que surja esa “Humanidad cósmicamente renovada”. Entonces quizá sí, amigo lector, tú ya no estés para cuando haya surgido la edad dorada… 







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