lunes, 17 de octubre de 2011

Mitos sobre la suerte


Las cábalas, amuletos y supersticiones son una especie de síntesis ingenua y cotidiana de nuestra “herencia mágica”. Vistas desde la historia, muchas de esas creencias guardan una explicación que las vuelve verosímiles. Sin embargo, nada más lejano de la razón cuando nos
sentimos impulsados a cumplirlas para no invocar a la “mala suerte”, o para conjurar el miedo. La razón nunca fue invitada a esa fiesta: nadie sostiene una cábala analizando la probabilidad de que el hecho deseado se cumpla; somos nosotros quienes estamos obligados a cumplir la ceremonia de la cábala, nosotros los que debemos mostrarnos ante el Destino como merecedores del hecho.
Por eso no resisten ningún análisis lógico: ¿cómo podría apoyarse si no el hecho de que comer
determinadas galletitas durante un partido logrará el triunfo de determinado equipo? ¿Cuál es la
relación entre los calzoncillos y un diploma? ¿Cómo se vincula una cinta roja con el futuro de un
trabajo? La superstición parte, a la vez, de una reducción brutal: la que supone que es uno,
quien se ató la cinta, la única persona del mundo vinculada con el hecho deseado. Y también
que es ese método, la cinta, el único camino verdadero para que el hecho se cumpla. Así
planteado, el primer problema es qué sucede cuando dos personas usan dos cintas distintas
pero desean el triunfo de un mismo equipo: ¿se anulan las cintas? ¿El equipo empata?.
Lo que sigue es una descripción de algunas supersticiones, su explicación histórica y, en otros
casos, su simple enunciación:
* 1) No encender tres cigarrillos con el mismo fuego.
Basada en la leyenda de tres soldados que, en una trinchera, encendieron sus cigarrillos con el
mismo fósforo. El enemigo vio cómo se prendía la llama del primero, apuntó en la del segundo
y disparó sobre el tercero.
* 2) Un espejo roto trae siete años de desgracia.
El espejo fue, en distintas épocas, un elemento mágico relacionado con la adivinación. De allí
que, si se rompía, era el Destino quien nos estaba evitando ver un futuro aterrador. Ya Platón y
Plinio veían al espejo como una especie de representación del alma humana. Los siete años de
perdición responden a la vieja perspectiva anatómica que sostenía que el cuerpo humano se
renovaba totalmente cada siete años.
* 3) No hay que abrir un paraguas bajo techo.
Debido a la negatividad que se creaba entre el paraguas y la casa, ya que ésta protege a sus
habitantes y no toleraba una protección adicional. Un típico caso de celos exagerados.
* 4) No pasar bajo una escalera.
Se debe al triángulo que forma con la pared: en la antigüedad se pensaba que todos los
triángulos eran símbolos sagrados, ya las pirámides como la Trilogía de la Santísima Trinidad y,
por lo tanto, era un sacrilegio pasar bajo un arco sagrado. Si ya habían pasado, conjuraban la
mala suerte cruzando los dedos o escupiendo debajo de la escalera.
* 5) Los actores no se visten de amarillo.
Tiene su origen en la muerte de Moliere, en el siglo XVII: murió en el escenario entre
convulsiones y grandes espasmos de tos, mientras representaba El médico a palos. Estaba
vestido de amarillo.
* 6) Martes y viernes 13.
La maldición del Trece no tuvo su origen en el Grupo Clarín, sino en el número de comensales
de la Ultima Cena: Jesús y los doce apóstoles. No quisiera contar el final si no vieron la película,
pero deben saber que uno de ellos delató al anfitrión. Lo del martes quizá refiera a Marte, el
Dios de la Guerra, vinculado con la muerte. El Apocalipsis dedica su capítulo trece al Anticristo
y, en el Tarot, el trece es el número de la muerte. El viernes fue el día en que Jesús fue
crucificado.
* 7) Hablan de mí: me zumban los oídos.
“Es conocido por todo el mundo –escribió Plinio en su Historia Natural– que las personas
ausentes saben cuando otros están hablando de ellas debido al zumbido que sienten en los
oídos.” El famoso zumbido buchón se produce por las vibraciones vasculares de los vasos
sanguíneos de la cabeza.
* 8) Hay que ir de negro a los entierros.
La costumbre de vestir de oscuro en un entierro es antiquísima y no se debe a ningún gesto de
respeto al muerto. Se pensaba que el espíritu merodeaba el entierro del difunto, por lo que
quienes iban se pintaban o vestían de negro para pasar inadvertidos. La viuda se pintaba más
tiempo porque el espíritu de la muerte la rondaba durante varias semanas.
* 9) Prohibido silbar.
Ya las brujas como las hechiceras se la pasaban silbando, y era con silbidos como conjuraban al
Diablo para que provocara tempestades y los pescadores no pudieran salir a alta mar. Por eso
los marineros no permiten que se silbe a bordo.
* 10) Toco madera
Uno de sus orígenes refiere a la madera de la Santa Cruz y los trozos que se conservaron de
ella como objeto de veneración. Otro se remonta a la Madre Patria de cuatro siglos atrás: los
indios veneraban al roble como morada de los dioses, porque a menudo eran alcanzados por
los rayos. De allí que “tocar madera” era una forma de ponerse en contacto con los dioses y
pedirles perdón.
* 11) Para todos los gustos.
–Quien sueña que pierde un diente está por perder un familiar cercano (o por ir al dentista).
–La lluvia se aleja colocando dos cucharas cruzadas con un poco de sal en sus extremos (si es
sal gruesa, probablemente se transforme en granizo).
–Trae mala suerte barrer los lunes a la mañana (ojo, que dije barrer, ¿eh? Sobre laburar los
lunes no hay ningún dicho).
–Si siente picazón en la palma de la mano significa que pronto recibirá dinero (de todos modos,
compre esa pomada).
–Si se colocó mal una media o las dos, déjelas así hasta el mediodía y tendrá buena suerte (si
lo que se colocó al revés fue el pantalón, consulte a su médico).
–Si se corta las uñas los lunes, nunca tendrá dolor de muelas (y si le sacan una muela los
martes, nunca más le crecerán las uñas).
–Si se baña un jueves o un viernes santo se convierte en pez (éste es raro, pero no es difícil de
comprobar).
–Si se le para una mosca en la nariz, recibirá una carta (la mosca labura en OCA).
–Si le suda la nariz, es usted muy celoso (y no entiendo por qué, ya que debería agradecer que
le dieran bola siendo un tipo al que le suda la nariz).
–Quienes tengan un lunar cerca de la boca, quedarán viudos (si el lunar, en cambio, está en la
punta de la nariz, serán bígamos).
–Sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas trae consigo matrimonio (si
lo cumple es probable que se case con su psiquiatra, pero sólo después de los cinco
electroshocks).
–Una chabomba roja le hará encontrar al amor de su vida (si el ñocorpi es blanco,
probablemente el tipo sea de River).
–Si le pisó la cola a un gato y no lo escupe, se quedará soltera (tampoco abuse del pobre gato,
que bien podría demandarla por injurias).

autor: Jorge Lanata






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